domingo, 23 de agosto de 2015

¿A QUIÉN IREMOS?


La Palabra se hizo carne

Jesús escandalizaba y sigue escandalizando ¿cómo vamos a comer su carne y beber su sangre?. Cómo yo, con mi personalidad, mi independencia, mi libertad, mi  todo, voy a permitir que sea él quien entre en mí y me diga "el que me come vivirá por mí". A no, yo vivo por mí mismo, mis decisiones, mis argumentos, mis filosofías, mis cosas... ¿cómo voy a permitir, por muy Dios que sea, que me diga que por mi mismo no logro la vida eterna?. Si yo ahora puedo saber lo que pasa en todo el mundo en segundos, comunicarme con quien quiera, tengo capacidades inmensas de lograr lo que me proponga. Si quiero ser feliz un poco de cada idea, religión, rito o lo que sea y me monto mi historia, y al que no le guste que se aguante... Venga ya, que este Jesús viene a desmontar lo que yo tengo... si además en fe no me gana ni él. 
Y ahora, yo pillo lo que me convence o me conviene de Jesús y andando. Y eso del pecado, ya veremos, y eso de la Iglesia, p´a qué?, y eso de los mandamientos anticuallas, y eso de la caridad, que no me moleste mucho... aquellos discípulos dejaron a Jesús por la dureza de sus palabras, porque, entrar en él, participar de su vida, entrar en comunión con él, es, dejar que entre en nuestra vida, penetrar el secreto más oculto de nuestra conciencia, desenmascarar la mentira de nuestro corazón y reconocer que sin su palabra no podemos ir a ningún lado. Es Pedro el que contesta la evidencia que sólo él tiene palabras de vida eterna, sólo él puede dar una palabra, sólo él. 
Hoy, domingo, día del Señor, alegrémonos en la escucha y profesemos nuestra fe: TU ERES EL SANTO DE DIOS. El es la Palabra encarnada, la Palabra que se come, que alimenta.

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a estar atentos e acoller a Palabra e que a Palabra estea en nós.

Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
23-08-15

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