martes, 9 de junio de 2015

BUENAS OBRAS PARA GLORIFICAR A DIOS


Que la luz de la fe ilumine nuestros corazones.

Ayer comenzaba la lectura continua de San Mateo. El capítulo 5 es el sermón de la montaña y se inicia con las bienaventuranzas. Texto que no deja de sorprendernos, y, por lanzarnos a una nueva pasión: la felicidad que no depende más que ser distinto a como nos lo plantea el mundo. Y es que este mundo admira a la gente buena, pero, pocos imitan el fondo y las motivaciones de esa bondad.
Jesús, hoy, nos hace responsables de una misión. La tarea de ser luz y sal, esto es, reflejar el amor de Dios y darle un sabor distinto, llenar de Gracia y belleza este mundo. Una tarea que nace del proyecto de las bienaventuranzas y que nos da la clave al final del texto "Alumbre así vuestra luz a los hombre, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos". Esta es la misión de Jesús y la nuestra, revelar el amor y la acción de Dios en nuestras vidas. 
¿De qué te vale que te alaben por lo bueno que eres?, ¿no hacen lo mismo cuando se muere una persona?. ¿De qué te valen que te hagan homenajes?, ¿no hicieron lo mismo con los que han caído en el olvido y sus monumentos estorban más que evocan?, ¿de qué te vale que te vean como alguien ejemplar?, ¿acaso no conocen también tus defectos?, ¿de qué vale que seas loado?, ¿no hace otro tanto el mundo cuando es por conveniencia?. 
La última bienaventuranza de ayer era clara "Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo  por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo". Ser fiel a Jesús y obrar como él nos enseña es para dar gloria a Dios nuestro Padre. Es para que se vea que todo es obra de su amor.
Hoy, que todo sea para gloria de Dios, mostrando la luz y llenando de su alegría.
(Mateo 5,13-16)

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a ser humildes e sinxelos.

Feliz día
Javier Alonso
A Franquiera
09-06-15

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