Cristo ha resucitado. Aleluya
Os he elegido. Hoy el Señor, en su diálogo con los apóstoles en la última cena que recoge el evangelio de Juan, vuelve a insistir en la centralidad del amor en la vida del cristiano. Somos elegidos por el Señor para el amor. Cuantas veces tendremos que repetirnos a nosotros mismos esta palabra. Fundamentar nuestra vida, pensamientos, acciones, afectos, voluntad, en el amor. En la búsqueda del bien para los demás, en el empeño de entregar la vida, en la oferta de que en el amor está la victoria.
El ha tomado la iniciativa. ¿Cual es nuestra respuesta?. Decir sí es grande.
No hay amor más grande que el de dar la vida por los amigos. Abramos el corazón para acoger en él, un corazón lleno de Dios, a todos los que necesitan sentir y experimentar que les aman. Y tenemos la oportunidad cada día. Hoy es un buen día para que los demás conozcan a través de nosotros ese amor de Dios. No pongamos muros a la cordialidad, esto es, a manifestar lo que está escrito en nuestro corazón. Hoy muestra ese amor de Dios a tu esposo, a tu esposa, a tus hijos y nietos, a los familiares y amigos, a los compañeros de viaje en la vida, a los compañeros de trabajo, a los vecinos. Frena tu lengua al hablar, para no decir lo que pueda dañar. Abre tus manos para abrazar y no pongas el puño para golpear. Camina hacia el dolor no huyas del sufrimiento de los demás. Escucha sin juzgar dando una palabra de consuelo. Ayuda sin esperar nada a cambio. Abraza, ríe con los que ríen, llora con los que lloran. Porque esto nos ha enseñado el Señor. Su corazón inmenso se conmovió ante los que andaban perdidos y angustiados. Entremos en la dinámica de la misericordia. No esperemos, Dios está.
Hoy es un buen día para amar.
(Juan 15,12-17)
Nosa Señora da Franqueira, ensínanos a modelar o noso corazón no amor de Deus, como un neno nas mans da súa nai.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
08-05-15
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