viernes, 24 de abril de 2015

PROCLAMAD EL EVANGELIO

Cristo ha resucitado. Aleluya

Hoy celebramos la festividad de San Marcos evangelista. El pasaje que nos presenta la liturgia es el final del evangelio. Jesús se aparece a los Once y, después de echarles en cara su incredulidad, los envía a anunciar el Evangelio, los acompañan signos, se dedicarán a los enfermos, a los pobres y desamparados. Un envío que no está garantizado por sus cualidades, que queda en evidencia su torpeza, sino en la fuerza del Espíritu con que los envía. No son ellos, sino, la presencia del Señor en su acción y sus palabras.
Además de que sigue confiando en su debilidad, quedando así claramente que es el Señor y su obra, sino que en esa debilidad es donde actúa el Señor. No son las seguridades humanas sino su poder el que actúa. No son sus búsquedas, sino el deseo del Señor. No son su plenitudes, sino el caminar con todos hacia el Señor. No son sus alegrías, sino la felicidad de los demás. No son sus corazonadas, sino el corazón del Señor. No son sus programas, sino la voluntad del Señor. 
Sí, amigos míos, cuanto nos vemos a nosotros mismos buscando los éxitos, creyendo en criterios humanos, programando y actuando en ponernos en el escalón superior para que nos den el premio. La promesa del señor es hacer a todos, por medio de su Iglesia, partícipes del Reino.
San Marcos es el primero en dejar por escrito el Evangelio. Hoy demos gracias al Señor porque este buen hombre se dejó inspirar por el Espíritu y nos legó en su pluma la Palabra del Señor. No olvidemos de leerla, rezarla y hacerla vida en nosotros.
(Marcos 16,15-20)

Nosa Señora da Franqueira, muller oínte da Palabra, que a fixeches vida, axúdanos a ser mensaxeiros do Reino, coa palabra e co exemplo. 

Feliz sábado
Javier Alonso
A Franqueira
25-04-15

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