viernes, 6 de marzo de 2015

MATÉMOSLO


Este tercer viernes de cuaresma nos acerca a la cruz con la crudeza y la violencia de quienes la provocan. Los que no acogen a Jesús, lo condenan,  lo injurian y malhieren, lo expulsan de la ciudad, lo matan como un criminal, son representados en la parábola de los viñadores indignos. Este relato lo diseña Jesús hablando a los sumos sacerdotes y los ancianos dando a conocer que ellos, los herederos de las promesas, los que deben cuidar de la viña de Israel, no quieren entregar los frutos de santidad y  expulsan al hijo del dueño de la viña, esto es "El vino a los suyos y los suyos no le recibieron" que leemos en el prólogo de san Juan. Y ahora, como pasa en algunas las manifestaciones de fe de Semana Santa, queda claro que éstos sumos sacerdotes y ancianos qué malos eran, y es que no ver y reconocer quien es Jesús. Y vemos la pasión como espectadores en una escena violenta e injusta, que más o menos, nos puede mover a emoción, pero que en la que non nos reconocemos nosotros como los que tantas veces no aceptamos al Señor.
Hoy, ¿hemos dado gracias porque todo lo hemos recibido gratuitamente, o nos creemos poseedores de todo y dueños de los que nos ha sido dado?, ¿tengo disposición a vivir el día como ofrenda y entregarlo todo para el Señor, o para mi mayor satisfacción y crecimiento?, ¿a quien le entrego lo que soy y lo que hago, a mí mismo o al Señor?
Y es que cuando el espíritu del hombre se vacía de Dios nace el egoísmo, la violencia, y no hay sitio ni para el Creador de todas las cosas. Cuando el corazón del hombre se vacía del amor, ya no hay sitio para nadie, porque es un enemigo, no un hermano. 
Cuando solo estamos nosotros el Señor es expulsado de nuestra vida, condenado y asesinado.

Mateo 21, 33-40.43

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos neste día penitencial e de abstinencia a sermos ofrenda agradable na cruz de Xesús.

Feliz día
A Franqueira
06-03-15

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