martes, 27 de enero de 2015

MATERNIDAD


Es difícil para un hombre definir la experiencia tan desbordante como es el de la maternidad. Aunque dedicara un día entero no sería capaz de abordarlo todo. Cualquiera de las lectoras habituales de esta reflexión diaria tendríais muchos más matices que yo a esta expresión, que es, la maternidad.
Pero permitidme mi atrevimiento y que comente unos pocos puntos:
Es vida fruto del encuentro. La vida es fecundidad y, como tal, el fruto de la propia vida, que es, para la familia y la sociedad una fecundidad llena de esperanza, de futuro, de alegría, resultado del encuentro y de la unidad.
Es unidad entre madre e hijo. No hay mayor vínculo que el que establece una madre, quien le entrega todo lo que el hijo es, y el hijo, que hace posible que la madre vea a lo más grande que puede llegar una mujer. Nunca se rompe el cordón, sino que, la vinculación es para siempre.
Es futuro responsable. Desde la propia responsabilidad de asumir el ser madre y que se prolonga a lo largo de toda la vida. Responsabilidad de madre y padre.
Hoy Jesús, ante la llamada de que su madre y sus hermanos quieren verle, él responde ¿quienes son mi madre y mis hermanos?. El que cumple la voluntad de Dios.
Bien, Jesús nos llama a nosotros, los que creemos en su palabra, a que, seamos madre. Hoy solo comentaré esta parte. Ser madre de Jesús. Es una idea comentada por el papa Benedicto en Verbum Domini. El que escucha, hace suya la Palabra y la engendra con la fuerza del Espíritu ejerce una maternidad "semejante" a la de la Virgen María. Recordemos el ángelus "El verbo se hizo carne".
Es Jesús quien nos hace una de las alabanzas mayores que podemos recibir, ejercer la "maternidad divina", ¿como?, cumpliendo la voluntad de Dios. Cumplir la voluntad es fruto del encuentro; de la unidad de vida en Dios, unidos como el cordón a la madre; de la responsabilidad de saber lo que nos traemos entre manos. Quien nos ha revelado todo esto es el Hijo que nos hace hijos en El. El mayor vínculo es el amor, y nadie ama más que Dios.
Hoy digamos con María: !Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí tu voluntad"

Javier Alonso
A Franqueira


No hay comentarios:

Publicar un comentario