viernes, 19 de diciembre de 2014

IV DOMINGO DE ADVIENTO: AVE MARÍA




En el arco del presbiterio del Santuario de Nosa Señora da Franqueira hay una cartelera antigua que nos recuerda la primera palabra que recibe la Virgen en la Anunciación: AVE MARÍA. Un saludo y un nombre que repetimos una y otra vez, no de forma monótona, sino con el cariño agradecido de los hijos que reconocen la grandeza de la respuesta sorprendida de la doncella de Nazaret. Sí, un Ave María, que este domingo, ya a las puertas de la Navidad, que nos traslada a lo más íntimo del alma de María, el nombre de mujer más repetido de la historia y con el que tantas mujeres son llamadas. Lucas nos facilita el que no lo veamos como algo ajeno, sino que, con la finura del pincel, nos va describiendo las palabras, los sentidos y sentimientos, y así, acogemos y gustamos con la delicadeza de quien entra de puntillas en el Misterio, lo grande y sorprendente que es nuestro Dios.
Es la mejor forma de saludar a la que es ya, solo por el sencillo gesto de escuchar y no huir espantada, sino de sobrecogerse, sorprenderse, como nosotros cuando descubrimos que es el Señor quien nos llama, y evidentemente, nosotros más aún pues hemos sido rescatados y los estamos siendo cada día del pecado y de la tentación. Sí, digámosle este domingo, hasta convirtiendo nuestra voz, nuestros labios, nuestro corazón, nuestra alma, nuestra voluntad en una sola, digámosle sin cansar AVE MARÍA. 
Solo una cosa, además de todo lo que podemos reflexionar y orar este día a partir de el texto lucano, dice el autor "el ángel entrando en su presencia". ¡Qué bello y que grande!. Entra en la presencia, entra en su vida, en el secreto de lo más íntimo, en la historia y sus proyectos, entra en la mujer pobre de los pobres del Señor, entra en el hogar, en la familia, entra sin hacer ruido, sin molestar, entra con dulzura y en el susurro de la plegaria, entra en su presencia.
Pídele a la Virgen que abras tu presencia al que viene a HACERSE PRESENTE, UNO CON NOSOTROS, EL ENMANUEL, EL SALVADOR, EL SEÑOR.
Feliz domingo
Textos: Samel 7,1-5.8-11.16; Salmo 88; Romanos 16,25-27; Lucas 1,26-38



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