jueves, 18 de diciembre de 2014

ADVIENTO: TE LLENARÁS DE ALEGRÍA



Oh, Renuevo del tronco de Jesé, ven a librarnos, no tardes más.

Si en algo destaca el evangelio de Lucas en si inicio, y es un constante en muchos momentos, es la llegada de la alegría en la acción salvadora de Dios. Hoy contemplamos a Zacarías, sacerdote del templo, anciano y su mujer Isabel estéril. Es el Señor, por el mensaje del ángel, el que le comunica que su vida dará como fruto un hijo: Juan. 
Quiero destacar dos cosas para nuestra vida:
La primera es, una vez más la llamada  a la confianza y la alegría de la acción de Dios. "No temas" le dice el Gabriel. Dios tiene planes para ellos, no los que posiblemente esperaban. Y así, dándoles un hijo, bendición para superar la humillación de los años pasados, se convierten en el nexo de unión entre la Abtigua y la Nueva Alianza. Lo que ya parecía pasado, caduco, vacío, muerto, se convierte en el lugar donde Dios irrumpe con la esperanza, la alegría, la vida, lo nuevo. 
Así nosotros, tantas veces en nuestros derrotismos, necesitamos estar abiertos a la acción milagrosa y sorprendente de Dios. El lugar de la revelación, el Templo, es signo de que el Señor quiere comenzar un nuevo culto, en un nuevo lugar, la vida cotidiana de los hombres, en sus preocupaciones, ser el hombre, con sus cansancios y sus miedos, donde se geste una nueva relación de Dios con su pueblo, recuperar lo que desde siempre había manifestado, y que tantas veces el hombre había olvidado.
La segunda es el silencio. Zacarías, con sus dudas, queda mudo. Será en otro momento, que escucharemos estos días, cuando se suelte su lengua para cantar el canto de bendición al Señor. Necesita, como nosotros pasar su sorpresa, pero también su noche oscura, interiorizando y mascullando cómo es que Dios se ha fijado en él. Y es así, Dios nos llama a una misión que nos supera.
¿Estamos preparados para dejar que Dios de vida en nosotros y ser instrumentos de su salvación?
Dejemos que lo que está infecundo pueda ser fructificado.
Textos de hoy: Jueces 13,2-7.24-25; Salmo 70; Lucas 1,5-25

No hay comentarios:

Publicar un comentario